Ante el reto que significó la ampliación de la Unión Europea a 25 países, el III Congreso de CEDE tuvo como objetivo aportar el conocimiento, las soluciones y las experiencias de aquellas empresas que tenían una clara vocación internacional y cuyos líderes eran capaces de encontrar oportunidades e impulsar nuevos proyectos a partir de una visión global de los mercados. En ese nuevo marco que representaba la Unión Europea, nuestros directivos debían ser capaces de aprovechar las ventajas y sortear las adversidades, impulsando aquellas iniciativas más convenientes en el seno de su empresa para su continua mejora.