Desayuno CEDE con Carlos Ocaña

Carlos Ocaña
Secretario de Estado de Hacienda y Presupuestos
Martes, 22 de enero del 2008
Madrid
“Tenemos una economía con músculo, que está preparada para enfrentarse a las turbulencias de los mercados financieros”. El sector financiero español goza de excelente salud en relación a hace 15 años, y también en relación a otros países de la Unión Europea. Así de contundente se pronunció el secretario de Estado de Hacienda y Presupuestos, Carlos Ocaña, en el Desayuno de Trabajo de CEDE realizado el 22 de enero en Madrid, en referencia a la crisis actual de los mercados de valores. El acto fue presentado por Isidro Fainé, presidente de CEDE, y moderado por Juan Carlos López-Hermoso, presidente de la Asociación Española de Asesores Fiscales. Posteriormente, participaron en el acto a través de videoconferencia los asistentes en las ciudades de Barcelona, Palma de Mallorca, Sevilla, Santa Cruz de Tenerife, Murcia y Girona.


Ocaña tenía previsto realizar su conferencia en torno a dos temas principales: el gasto público y los impuestos. Pero dada la situación de los últimos días en las bolsas de todo el mundo, el secretario de Estado quiso hacer un breve apunte sobre la crisis de la bolsa. En este sentido, afirmó que si “estas turbulencias de los mercados de valores no se prolongan en el tiempo, la economía real podrá sobrellevar estos episodios”. De esta manera, Ocaña resaltó que no hay que temer una recesión económica como la que España tuvo a principios de los años 90, ya que comparada con aquellos años, “la economía actual está más saneada, y la deuda pública no es tan grande”. También destacó la importancia del tejido empresarial, que es mucho más fuerte ahora que hace 15 años.

Economía fuerte

El ponente hizo balance de la economía española en los últimos cuatro años, destacando que en el 2007, el índice de crecimiento rondó el 4%, en parte gracias a la construcción y a la inversión. Aún así, destacó que en los próximos meses, la previsión es que se produzca un “reajuste en el sector de la construcción, por lo que la economía va a crecer en torno al 3%”, algo menos que la media de los últimos años. El secretario de Estado de Hacienda y Presupuestos quiso remarcar que este ajuste “no supone un problema” porque los pilares de la economía son sólidos. Además, remarcó que “lo que está ocurriendo en la economía española sigue el guión que los analistas venían alertando desde hace meses”. Para sentenciar dijo: “tenemos una economía con músculo, que está preparada para enfrentarse a las turbulencias de los mercados financieros”.

Inversión de futuro

Ya entrando en temas de gasto público, Carlos Ocaña destacó que en los últimos años el Gobierno ha cerrado el curso económico con superávit, y que tal como han preparado los presupuestos generales de 2008, la previsión es que también se cierre con más ingresos que gastos.

Aparte de apostar por la necesidad de “ahorrar”, el Gobierno también ha optado durante estos años por el gasto productivo. Así, Ocaña destacó que España, que en términos económicos ha funcionado muy bien, tiene una debilidad: una dependencia excesiva en sectores de poco valor añadido. Es decir, “un problema de productividad”. En este sentido, el secretario de Estado señaló que “si queremos que nuestra economía siga acercándose a los niveles de renta de países como Francia, Gran Bretaña o Alemania, tendremos que crear más empleo en sectores de mayor valor añadido”. La receta para conseguir crear estos empleos es “invertir en infraestructuras, en capital humano y capital tecnológico (I+D)”, es decir “apostar por el futuro de España”. Y esto, según Ocaña, es lo que ha hecho el Gobierno en los últimos años.

Durante el coloquio, respondiendo a una pregunta en relación al gasto en I+D en momentos de crisis, el secretario de Estado destacó que “hay que mantener el esfuerzo de inversión en I+D pase lo que pase”, porque la forma de ser competitivo en el mundo globalizado pasa por ahí.

Adaptar los impuestos

En cuanto a la política fiscal, Ocaña destacó que en campaña electoral existe la tendencia a centrar el debate de los impuestos en las rebajas fiscales sin hablar de qué gastos públicos se dejarán de lado. En este sentido, hizo hincapié en la necesidad de hablar de educación, de sanidad, infraestructuras, etc., cuando se habla de impuestos.

El ponente dijo que en España tenemos los impuestos “mucho más bajos que algunos países de la Europa del bienestar (como Alemania o Suecia), pero más altos que otros países de influencia anglosajona (como Irlanda).

Por otro lado destacó que “hay que adaptar los impuestos a la evolución de la economía”, y que hay que estar atentos a la situación fiscal de otros países para adaptar nuestros impuestos con el objetivo de que las empresas españolas no pierdan competitividad.