Ángel García Altozano empezó su conferencia definiendo las infraestructuras como motor de crecimiento y herramienta determinante para el desarrollo social y económico de cualquier país. Para el director general corporativo de ACS, el éxito de este sector repercute en un incremento de la productividad, aumento de las inversiones y fomento del empleo. Así, un mal desarrollo de las infraestructuras merma las capacidades comerciales del país ya que estas cambian radicalmente el valor de los activos, convirtiéndolos en productivos y eficientes, y generan capacidad de riqueza.
García Altozano también expuso las diferencias que existen en el desarrollo de las infraestructuras dependiendo del mercado. En las economías avanzadas, con unos marcos regulatorios estables, los usuarios tienen capacidad de pago de los servicios por la calidad y pueden discriminar algunas infraestructuras por el precio. En los mercados emergentes, por el contrario, los mercados financieros y la industria de apoyo a los promotores del sector no están tan desarrollados.
En el contexto actual, el ponente apostó por tres acciones empresariales clave: estrategia corporativa, valores culturales sólidos y diversificación. El director general corporativo de ACS afirmó, además, que el cliente es el centro de la actividad de la empresa y también atribuyó al carácter emprendedor un papel básico en cualquier estrategia. Según García Altozano, es necesario incentivar parcelas de riesgo en el trabajo de la gente.
En el coloquio final se abordaron, entre otras cuestiones, el vehículo eléctrico, las fusiones en el sector de las infraestructures, la presencia internacional de ACS, los procesos necesarios para lograr financiación competitiva.