Desayuno CEDE con Carlos Rubén Fernández

Carlos Rubén Fernández
Presidente de la Fundación ONCE y vicepresidente de la ONCE
Jueves, 22 de enero del 2004
Madrid
Carlos Rubén Fernández hace un llamamiento para que las empresas den oportunidades a las personas discapacitadas. La intervención, este jueves día 22 de enero en el desayuno de Trabajo de CEDE del presidente de la Fundación ONCE y vicepresidente de la ONCE, Carlos Rubén Fernández, sirvió para poner de manifiesto el auge en España de la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) así como para transmitir que queda mucho trabajo que hacer para la plena inserción social de las personas con discapacidad.


Dada la complejidad de establecer un consenso en la definición del término RSC, Carlos Rubén Fernández, quiso, desde el principio y desde su experiencia, aportar su granito de arena con una amplia definición de lo que entendía por RSC: “la obligación voluntariamente asumida por las empresas para llevar a cabo buenas prácticas de gestión en materia de comportamientos éticos”.

A partir de esta definición remarcó la doble vertiente que debe tener la RSC, una interna –iniciativas hacia el interior de la compañía- y otra externa –dirigida a la sociedad que envuelve a las compañías o a los sectores donde éstas operan-, así como apuntar cuatro ámbitos de actuación desde los que se desarrolla la RSC. En este sentido, señaló como primer ámbito, y más importante, el de la acción social, en segundo lugar el respeto al medio ambiente, el tercero las relaciones responsables con los trabajadores y el cuarto la ética empresarial.

La economía social aglutina al 6% del PIB español

Con el objetivo de ofrecer una visión subjetiva sobre algunas de las experiencias que pueden avalar una sociedad más responsable socialmente, Carlos Rubén Fernández se mostró rotundo al afirmar creer “firmemente que tenemos modelos en Europa y en España de RSC que están presentes y que quizás sean menos visibles de cara a la opinión pública porque tienen esos valores de empresa socialmente responsable intrínsicos desde su nacimiento”.

Fue en este momento cuando hizo referencia explícita al tercer sector y a la economía social (entendida como “el conjunto de organizaciones privadas que promovidas desde el tejido social realizan actividades económicas de servicio a sus socios y al servicio de la sociedad en su conjunto”) y defendió la acción socialmente responsable que vienen desarrollando algunas de las corporaciones que trabajan en el ámbito de la economía social, entre las que se encuentra la ONCE. Según el presidente de la Fundación ONCE, la economía social aglutina al 6% del PIB español y genera aproximadamente un millón de empleos.

En referencia a la RSC y a la economía social destacó como factores comunes clave de ambos que “suelen aparecer en sociedades avanzadas, abiertas y plurales que tienen un compromiso más allá de los estrictamente económicos”, “una apuesta por los colectivos en riesgo de exclusión social –jóvenes, mujeres, discapacitados o las minorías étnicas-” y “la búsqueda de una economía socialmente responsable que en ningún caso renuncia de la rentabilidad económica”.

“La Administración es un mal modelo porque no cumple con la integración laboral de las personas discapacitadas”

En el coloquio, a la pregunta sobre cuál es el grado de integración de los discapacitados en el ámbito de las Administraciones Públicas, Carlos Rubén Fernández fue claro al manifestar que para el sector privado “la Administración es un mal modelo a seguir porque no cumple con la integración laboral”, y aportó como dato que “entre un 0.07% y 0.08% de los funcionarios son personas discapacitadas”.

El presidente de la Fundación ONCE añadió también que “se han dado iniciativas voluntaristas, pero con un escaso volumen de pragmatismo”. En este mismo sentido remarcó que “faltan medidas completas de promoción, y que las pruebas de acceso sean accesibles a los discapacitados”. Como miembro del Comité Español de Representantes de Minusválidos (CERMI), Carlos Rubén Fernández demandó “medidas concretas que redunden en la incorporación de los discapacitados en las Administraciones Públicas”. Para ejemplificar esta demanda afirmó que “estamos a la cola de Europa ya que en la Administración Pública española la tasa no alcanza el 1%”.

Contestando a la pregunta de qué les pide a los políticos en la próxima legislatura, Carlos Rubén Fernández contestó “que permitan a las personas discapacitadas ser ciudadanos de plenos derechos y se comprometan a tener en cuenta a las personas discapacitadas en sus programas electorales”, para luego subrayar que “más de 11 millones de españoles conviven con la discapacidad”.

La exposición del presidente de la Fundación ONCE en el desayuno de CEDE aportó una visión diferente respecto a las posibilidades y obligaciones de los discapacitados para con el desarrollo de la sociedad. Miguel Bordoy, presidente de la Asociación Balear de Directivos, durante su intervención en el coloquio, supo definir con gran precisión la percepción general de los asistentes al acto, al destacar las “palabras impregnadas de humildad, sencillez y sensibilidad” de Carlos Rubén Fernández.

Previo a la finalización de su intervención, Carlos Rubén Fernández animó a los directivos a que “dejen su mente y la puerta de sus empresas abiertas para incorporar a personas discapacitadas, a gente diferente” ya que con ello estarán “contribuyendo a mejorar la integración y el desarrollo social”.

El desayuno de Trabajo de CEDE se celebró en el Hotel Ritz de Madrid y fue seguido por videoconferencia desde Barcelona, Sevilla, Palma de Mallorca, Murcia, las Palmas de Gran Canaria y Girona.

Iniciativas legislativas de la RSC

A lo largo de su intervención Carlos Rubén Fernández señaló algunas de las iniciativas legislativas sobre la RSC que se estan llevando a cabo a nivel internacional y nacional:

A nivel internacional:

– Global Compact (impulsada des de Naciones Unidas y auspiciado por Koffi Annan)

– Declaración tripartita de la OIT (donde se recogen algunas experiencias importantes de responsabilidad social corporativa en el ámbito sociolaboral)

– Normas de certificación y normalización de la Global Reporting Initiative (GRI), en las que, entre otras exigencias, se recoge la confección de una memoria de sostenibilidad que garantice el compromiso ético de las compañías con respecto a la RSC.

– Norma SA8000 aprobada en 2001 por el Consejo de Prioridades de la Economía en la que se establecen algunos indicadores capaces de medir la autoevaluación de las compañías como empresas socialmente responsables.

– Libro Verde de la Comisión Europea sobre RSC (del que criticó -positivamente- estar focalizado en los aspectos para el respeto del medio ambiente, sin dar importancia relevante a los aspectos más sociales de las personas)

– Informe Winter, por el cual se recomienda a todos los países miembros desarrollar comisiones que permitan avanzar en la transparencia de los mercados y de las empresas que cotizan en bolsa. Ver informe en: http://www.cnmv.es/index.htm (apartado Informes y Publicaciones, sección de “Otros organismos”)

A nivel nacional:

– Informe Aldama (presentado en enero de 2003 y elaborado por la Comisión Especial para el Fomento de la Transparencia y la Seguridad en los Mercados Financieros y las Sociedades Cotizadas) (nota de prensa del Ministerio de Economía)

Ver informe en: http://www.cnmv.es/index.htm (apartado Informes y Publicaciones, sección de “Otros documentos”)