La última edición de los desayunos de trabajo organizados por CEDE contó con la participación de Daniel Carreño, presidente y consejero delegado de GE España y Portugal. El directivo compartió con un centenar de asistentes su visión sobre el cambio y relató los esfuerzos llevados a cabo por su compañía para adaptarse al momento que atraviesa. Fundada a finales del siglo XIX por Thomas Edison, GE es la empresa más antigua del Dow Jones, índice en el que a día de hoy permanece. Se trata de una compañía global, con presencia en 180 países y que opera en sectores tan diversos como la energía o la salud. Esa presencia en distintos ámbitos geográficos y económicos es la que les permite diagnosticar que estamos ante una realidad sin precedentes.
“Estamos viviendo un momento único en la historia de la humanidad”, dijo Carreño. Y lo justificó, entre otras cosas, por la velocidad a la que ocurren hoy en día los acontecimientos y por la incapacidad para identificar determinadas amenazas. El directivo habló también de la convergencia de una serie de dinámicas con un potencial transformador inmenso que hoy se encuentran en un estadio inicial de desarrollo. Fenómenos como el big data, a propósito del cual, comentó, que “el 90% de los datos generados en toda la historia de la humanidad se ha recopilado en los últimos dos años”.
Todo ello configura una realidad que supone multitud de oportunidades, pero también grandes incertidumbres, y que requiere nuevas competencias y características, tanto de las compañías y como de las personas. “Si queremos adaptarnos a la nueva realidad, debemos aspirar a ser una compañía líquida, capaz de ajustarse al recipiente cambiante que la contiene”. Se trata de una realidad colaborativa y aún por conformar, para la que hace falta ser ágiles y flexibles. Por esta razón, GE se desprendió en el año 2015 de su negocio financiero, que representaba el 40% de su facturación, adquirió los negocios energéticos de la francesa Alstom y contrató a más de 8.000 personas procedentes de empresas tecnológicas, para poder avanzar en el camino de la innovación digital.
Para Daniel Carreño, el elemento verdaderamente importante es la cultura de la organización, que, en el caso de GE, trata de “proporcionar densidad” a ese líquido en el que aspiran convertirse para sobrevivir en un entorno cambiante. El ponente concluyó diciendo: “No sabemos si ganaremos o perderemos el partido, lo que es seguro es que hay que jugarlo. El que crea que puede sobrevivir sin jugar el partido está muerto y no lo sabe”.