En un entorno complicado como el que nos envuelve, estar abierto a los cambios y incidir en el valor de las personas se perciben como dos aspectos clave para la buena marcha de las organizaciones. Francisco Belil cree que el punto de partida para afrontar cualquier contexto de crisis es la innovación y la voluntad de romper con lo establecido. “Apostar por la imaginación e intentar sobrepasar los límites vertebran los procesos de éxito de las empresas”, asegura el consejero delegado de Siemens.
Asimismo, Belil incidió en la necesidad de detectar el talento de los trabajadores para mejorar la estructura de la organización. Pero para desarrollar el compromiso con los objetivos de la empresa, se deben “rediseñar” las actuaciones de captación e implicación del talento para integrar los empleados en los procesos de competitividad de las entidades.
Aprender de los errores
El consejero delegado de Siemens considera imprescindible aprender de los errores que se han cometido en el pasado para optimizar la organización de trabajo. La poca flexibilidad de los horarios, el absentismo laboral, la rotación o la prejubilación de personal válido son, según Belil, algunos de los motivos que conducen a una implicación precaria de los trabajadores.
Para alcanzar este compromiso, se requieren personas con iniciativa, curiosidad y capacidad para innovar, trabajadores que se sientan “cómodos en la incertidumbre”. Francisco Belil afirma que fomentar miedos no es bueno para lograr “empatía laboral” y poner en práctica un proceso de liderazgo creativo. Esta transformación empieza con la presentación de un proyecto atractivo que “ilusione” e “integre” intereses personales y profesionales.
El valor de ser diferente
El entusiasmo y pasión que aporten los trabajadores en el proyecto común propiciará el entorno adecuado para estimular la creatividad. El consejero delegado de Siemens recalcó la importancia de aprovechar las diferencias y talento individuales. “Los trabajadores deben ver en las empresas el reflejo de sus valores personales”, afirma Belil. Según él, mayor flexibilidad y libertad no equivale a menos compromiso.
En este sentido, el consejero delegado de Siemens considera que aún queda un largo camino por recorrer. Una apuesta firme por la formación y el capital humano puede condicionar el éxito y fracaso de una empresa. Y para Francisco Belil, el momento de incertidumbre actual es propicio para “desarrollar los canales de innovación y detección del talento de las organizaciones”. Sólo así, se logrará transmitir “entusiasmo” a los trabajadores y se crearan los espacios de libertad necesarios para dar respuestas “novedosas” a los problemas que se presentan.