El exministro y actual vicepresidente de OHL ha hecho un repaso a la historia de España a través de las múltiples encrucijadas vividas y de las grandes etapas de cambio.
Josep Piqué se presentó en el Desayuno de trabajo de CEDE del pasado 27 de marzo como un ciudadano español preocupado y esperanzado de cara al futuro: “Pese a las múltiples dificultades vividas por el país, España siempre ha sabido salir adelante y transformarse. Salió de la encrucijada a mediados del Siglo XX, en lo político a través de un sistema democrático que permitió nuestra integración en el proceso de construcción europea y en lo económico a través de una economía de mercado competitiva”. Refiriéndose a la crisis actual, señaló que “por su duración y por su dureza, la actual crisis ha provocado que se pongan en cuestión los consensos básicos que nos han permitido un larguísimo periodo de prosperidad, ya que esta ha sido una crisis político institucional, de cohesión social y de cohesión territorial”.
Sobre la cohesión territorial, Piqué señaló que, como consecuencia de la crisis, “se ha puesto en cuestión la propia estructura del Estado. Los partidos independentistas han existido siempre, la diferencia es que en la actualidad forman parte de las instituciones”.
En el ámbito económico, el directivo consideró que el debate debe centrarse en la sostenibilidad de nuestra competitividad, ya que el crecimiento anterior estaba basado en pilares muy frágiles: “Lo importante no es querer evitar las crisis, lo importante es mantener siempre la competitividad. Hemos recuperado competitividad y por eso estamos saliendo de la crisis”. Por otra parte, y refiriéndose a los aspectos más sociales, Piqué recordó que la crisis la han sufrido en especial las clases medias, con un deterioro de la calidad de vida que, en algunos momentos, ha podido poner en riesgo la sostenibilidad del propio estado del bienestar.
Piqué revisó en su discurso aquellas “cosas en las que estamos francamente bien, que son en las que ha habido consenso y no han sufrido grandes modificaciones cuando se han cambiado los gobiernos, como pueda ser la sanidad o las infraestructuras. Por el contrario, en la educación nunca ha habido consenso, con unos resultados muy malos”, lo que considera como otra de nuestras carencias más graves, sobre todo en el tramo de la educación secundaria.
El exministro finalizó su intervención señalando que “no hace falta recurrir a los partidos políticos para hacer política”, revindicando la importancia de los instrumentos ofrecidos por la sociedad civil para llevar adelante peticiones de importancia.