Luis del Rivero centró su conferencia en describir el proceso de crecimiento de su empresa, fundada a principios de los años 80 con una inversión de 480 mil euros. Hoy el grupo Sacyr Vallehermoso cuenta con unos activos inmobiliarios de cerca de 12.500 millones de euros. Según del Rivero, las claves del éxito de su compañía son, por una parte, la suerte, y por otra, que “la gente que trabaja en Sacyr está plenamente implicada e identificada con la empresa”, algo muy importante para que la organización funcione.
En este sentido, del Rivero quiso remarcar que la misión más importante de los directivos es gestionar el talento de forma correcta: “hay que seleccionar a los mejores y ponerlos en el sitio que les corresponde, para que todo funcione como un reloj”. Asimismo, destacó los tres ejes que considera imprescindibles a la hora de buscar un nuevo empleado: inteligencia, capacidad de trabajo y visión comercial. Además, también le añade la necesidad de conocer idiomas para ser competitivo, porque el español no es el idioma de los negocios. “Si fuéramos ingleses o americanos, podríamos permitirnos el lujo de sólo hablar inglés”, dijo.
Luis del Rivero también dejó claro que la vida del grupo que preside “está jalonada de éxitos, pero también de fracasos”, aunque siempre hay que saber aprovechar los fracasos para sacar algo de positivo. Así, el presidente de Sacyr reveló la importancia del riesgo, y sobretodo, del cálculo del riesgo sobre las inversiones que se realizan.
Por otro lado, del Rivero hizo hincapié durante toda la conferencia en la importancia del tejido empresarial en una sociedad capitalista, afirmando que “las células fundamentales de nuestra sociedad son los empresarios”. El presidente de Sacyr aprovechó para animar al colectivo de directivos y ejecutivos a “dar el paso” para convertirse en empresarios.