Marco Antonio Slim centró parte de su intervención en la gestión de las empresas, resaltando que no hay retos imposibles. Actualmente nos encontramos en una situación económica complicada y, no obstante, el presidente del Grupo Financiero Inbursa afirmó con convicción que es necesario que las empresas inviertan a pesar de esto, sino corren el peligro de quedar rezagadas. Las compañías deben plantearse retos con creatividad y optimismo firme y paciente y deben saber aprovechar de la mejor manera todas las oportunidades que surjan.
El Grupo Inbursa, con más de 15 años de historia, es la sexta compañía de México por capitalización bursátil, con un ratio de capital del 22% y cuenta con la menor morosidad de su sistema financiero. El grupo de empresas de la familia Slim está presente en 18 países y divide su actividad en ocho grupos que trabajan en diferentes sectores: infraestructuras, construcción, telecomunicaciones, etc. Destacó que la compañía hoy en día, es el resultado de años de trabajo y de esfuerzo e inversión inteligente.
El presidente y director general de Inbursa, también hizo hincapié en la responsabilidad social de la empresa. Según su punto de vista, los empresarios deben usar su capacidad, experiencia y talento empresarial para tomar decisiones correctas que generen riqueza en la sociedad, además de distribuir esa riqueza de manera correcta y justa. Otro de los grandes retos de los empresarios es la lucha contra la pobreza, la cual, en su opinión, no debe basarse en la caridad, sino que debe centrarse en las mejoras en educación, salud y, sobretodo, en la creación de empleo. También se refirió a los procesos sucesorios de las empresas familiares como la suya, y comentó que no se debe comparar entre generaciones que han llevado la misma compañía y que se debe apostar por los sucesores si ellos quieren y están convencidos de llevar el negocio a cabo. Slim afirmó que cuando se hereda una empresa también se hereda la responsabilidad en todos los sentidos que ésta conlleva.
Retos y oportunidades
Sobre la crisis financiera actual, Slim la ha comparado la situación de crisis que vivió México, su país, en 1995. Ha recordado que en México se subieron mucho los tipos de interés y muchos clientes ya no pudieron pagar, porque la deuda fue mucho más allá de su capacidad.
Los países desarrollados tienen, obviamente, una problemática económica muy distinta a la de los países en vías de desarrollo. Por un lado, los primeros tienen unos retos pendientes como, por ejemplo, la rigidez laboral y la baja productividad, el elevado desempleo y también el alto nivel de endeudamiento. Por todo ello, deben plantearse unas alternativas que podrían estar relacionadas con la reducción del gasto en las pensiones y en la salud, o los tipos de interés anteriormente citados, que deben mantenerse bajos, incluso en época de inflación, con el objetivo de generar más consumo. Los países en vías de desarrollo en América Latina y Asia, dijo, presentan algunas ventajas, ya que disponen de un sistema financiero público y privado en buena situación, una población joven, recursos naturales y un fuerte sector turístico. Para potenciarlas se debe trabajar en el capital humano existente a través de la educación y la salud, y disminuir los riesgos de la seguridad física y jurídica.
Sobre la economía global, Slim quiso resaltar las dificultades que los gobiernos tendrán en el futuro para invertir. Las empresas son las que tienen la posibilidad de invertir, el sector privado tiene que jugar un rol activo y crear un círculo virtuoso. Si las empresas se dirigieran como los gobiernos no sería correcto, no hay duda que el objetivo de los empresarios debe ser la inversión y la creación de empleo. En el cierre de la conferencia de Marco Antonio Slim, el presidente de CEDE, Isidre Fainé, reafirmó que incluso las metas más difíciles se pueden conseguir con esfuerzo y un buenas estrategias e incluso en tiempos de crisis existen oportunidades y cada día aparecen nuevas posibilidades comerciales y de negocio. Fainé resaltó que el mundo está en expansión y México tendrá un desarrollo importante en el futuro.
En el coloquio final se abordaron, entre otras cuestiones, el estado del sistema financiero español, la responsabilidad social corporativa, los sectores con más futuro y los criterios de inversión actuales.