Marian Rojas Estapé comenzó su intervención explicando qué nos ha pasado tras la pandemia, indicando que «nos falta concentración, estamos más irritables y tenemos momentos de miedo e incluso ansiedad». Con ello, dio tres diagnósticos psicológicos: el primero es que «estamos intoxicados de cortisol», que describió como «la hormona del miedo» y que se activa, según Estapé, «no sólo con el miedo real, sino también con el miedo imaginario».
En el transcurso del Desayuno, Marian Rojas Estapé también se refirió al segundo diagnóstico: La intoxicación por dopamina, de la que aseguró es «la hormona del placer y la hormona del querer placer», que además » se activa por múltiples factores». Igualmente, apuntó que existe la dopamina de las sustancias dopaminérgicas, «diseñadas únicamente para proyectar los picos de placer por lo que producen un gran cambio en el cerebro», puesto que reconfiguran muchas redes neuronales «hasta destruirlo». En este sentido, destacó que las redes sociales, por ejemplo, «están diseñadas para activar nuestros circuitos dopaminérgicos y modificar nuestro sistema de recompensa». «El cerebro recuerda lo que te calmó», continuó Estapé, quien señaló que éste es uno de los conceptos más importantes que debemos entender sobre la dopamina. El tercer y último diagnóstico al que se refirió la médico psiquiatra fue que además existe «una profunda crisis de atención».
Por otro lado, Estapé ahondó en la importancia de ser capaz de observar la mejor versión de uno mismo. Así, señaló que para alcanzar este objetivo es imprescindible formarse, ya que, según indicó «quien no se forma, no acaba viendo las oportunidades de la vida». Añadió que es imprescindible «volver a la lectura para poder entender la multitud de oportunidades que tenemos». Y continuó: «debemos formarnos constantemente, es esencial».
Liderazgo y el papel del directivo
Marian Rojas se refirió también al liderazgo y al papel del directivo. En este sentido, señaló que un líder es una persona «que tiene mensaje, que tiene contenido, que tiene sustancia, y que sabe comunicarlo», una capacidad que, según la psiquiatra, «es una de las habilidades más importantes que hay que tener». En este sentido, recomendó a todos los directivos «acceder a lugares donde les enseñen a comunicar mejor su mensaje».