Conversamos con Valentín Fuster, el cardiólogo español más influyente, director del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares de Madrid y del Hospital Monte Sinaí en Nueva York.
Trabaja dieciséis horas, vive a caballo entre los dos continentes y mantiene la misma ilusión por el conocimiento científico que cuando tenía veinte años. ¿Su secreto? Motivación y compromiso con las generaciones más jóvenes.