Los cambios demográficos afectarán a las empresas. La menor natalidad y el aumento de la esperanza de vida hace que los mercados de consumo y de trabajo se modifiquen. Aunque los efectos sean a largo plazo, en este artículo se concreta cómo las empresas deben prepararse para anticiparse y realizar los ajustes necesarios.
En España, por ejemplo, y extensible a la UE, habrá menos consumidores jóvenes y más de por encima de los 60 años. Este puede ser un target con poder adquisitivo que represente un 25% del consumo total. Además, tendrá unas habilidades digitales más avanzadas que las actuales. Otro campo a tener en cuenta es el del mercado laboral y la educación. Aquí hay un campo importante a tener en cuenta: se deberá estudiar distintas veces. Al tener 40 años uno deberá renovar sus conocimientos. Como la esperanza de vida se alargará, a los 60 años se acumulará experiencia pero, si se le añade una nueva formación, el valor será excelente.