Cerco al greenwashing

Instituto de Auditores Internos de España


Grandes reguladores y supervisores internacionales de todo tipo se han puesto todos manos a la obra para acabar con el greenwashing (literalmente lavado verde). Europa está siendo muy activa para acabar con una práctica que se ha cuadriplicado en cinco años, cebándose en los aspectos medioambientales -impacto climático, entorno y biodiversidad- y sociales, según datos de RepRisk recogidos en los estudios lanzados antes de verano por los tres supervisores financieros europeos, los ESAs. (2023 Junio)

Antes de repasar algunas iniciativas, convendría distinguir dos tipos de greenwashing: el clásico, exagerar el carácter sostenible o medioambiental de ciertos productos o servicios en las comunicaciones públicas, equivalente a la publicidad engañosa. Y  el greenwashing financiero, que consiste en catalogar incorrectamente, en un tramo superior al que le corresponde, la categoría sostenible de un fondo de inversión u activo financiero (ver los artículos 8 y 9 del Reglamento SFDR[1] que determina las características para clasificar los fondos de inversión según sus criterios de sostenibilidad). Este segundo tipo de greenwashing  fue el caso de la gestora del Deutsche Bank que se comenta líneas más adelante. El artículo repasa algunas de las iniciativas y casos recientes.