Digitalizar un negocio va mucho más allá que integrar tecnología a todo. Se debe hacer con una aproximación desde la perspectiva del propio negocio. Se debe generar valor para la organización en cada una de las funciones que se desempeñan. La digitalización puede mejorar mucho la experiencia con el cliente. Las operaciones también pueden beneficiarse. Otro elemento es el de la innovación en el propio modelo de negocio.
Al aplicar la digitalización en el producto o servicio, se pueden descubrir nuevos ámbitos de necesidades que permitan ampliar el portfolio o activar una nueva línea de negocio. También es el perfecto contexto para aplicar los preceptos de la transición ecológica que se ha activado en la agenda Unión Europea. Lo que está claro es que la digitalización no es algo que se aplica de golpe y sin una visión.