El triángulo macroeconómico

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Las últimas declaraciones de los principales responsables de la política económica aportan informaciones relevantes acerca de la senda previsible de la economía española. De manera simplificada, la economía se enfrenta a dos desafíos: elevar la inversión para mantener la expansión y afianzar el Estado de bienestar, y reducir el déficit para asegurar la sostenibilidad fiscal. A este respecto, los anuncios recientes desprenden luces y sombras.

El Banco Central Europeo (BCE) sigue preocupado por la inflación, especialmente en los sectores de servicios con precios que siguen creciendo por encima del 4%, si bien no cierra la puerta a un nuevo recorte de tipos de interés en septiembre. Lagarde reconoce que el crecimiento de las remuneraciones obedece a acuerdos puntuales de compensación del poder adquisitivo perdido desde el inicio del brote inflacionario. Pero algunos miembros del consejo del BCE advierten del riesgo de un bucle precios-salarios, particularmente en los sectores que disponen de más poder de mercado para fijar márgenes, de modo que lo más probable es que la bajada de tipos de interés sea más gradual de lo que se esperaba.