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Muchos líderes no escuchan realmente las necesidades de sus empleados.
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La implicación, la dedicación y el compromiso de los empleados con el trabajo requiere que los compañeros y los líderes forjen conexiones profundas y genuinas.
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En el lugar de trabajo, la escucha generosa ayuda al rendimiento laboral y al conocimiento del trabajo de los empleados.
Si hay algo crucial que nos ha enseñado la Gran Renuncia o la aún más reciente tendencia a la renuncia silenciosa, es que nosotros, como líderes, no hemos sabido escuchar generosamente a nuestros empleados. No nos hemos dado cuenta del creciente descontento que se estaba gestando.
¿Qué nos hemos perdido y por qué? ¿Qué era lo que los empleados deseaban y anhelaban y que nuestros sistemas de RR. HH. cuidadosamente diseñados, las metodologías de feedback 360 y las actividades creativas para forjar lazos de unión entre equipos dejaron sin respuesta y sin percibir? ¿Cómo podríamos haberlo visto y cómo podríamos haber elevado su sentido de pertenencia y compromiso?