¿Hacia un mejor modelo de trabajo?

Luis Huete | Bernardo Quinn


El confinamiento forzado por la pandemia cambió en muchas empresas la forma de pensar sobre el trabajo en remoto, su productividad, la efectividad de las herramientas digitales, las reuniones virtuales, el presentismo y el equilibrio entre la vida personal y profesional. Sin duda, la pandemia introdujo nuevos hábitos y expectativas en todos estos terrenos, pero ¿cuál es el saldo de la experiencia? ¿Se avanza hacia un mejor modelo de trabajo?

En este artículo se dan las claves que pueden configurar un nuevo modelo de trabajo, en el que uno de los ejes es la mayor flexibilidad para el trabajo en remoto en función de las preferencias no solo de la empresa, sino también de los trabajadores. Obviamente, este análisis no se puede aplicar a los casos en los que se requiere estar físicamente en el sitio en el que se desarrolla la actividad, como sucede en la mayor parte de los trabajos de construcción, hospitalidad, aeropuertos o transporte, por citar algunos.

Una conclusión relevante de las ideas que aquí se recogen es que el modelo de trabajo del futuro será incrementalmente híbrido, con una actividad en remoto creciente. En las empresas convivirán tres fórmulas que habrá que saber integrar: trabajar desde casa, trabajar a la vez desde casa y desde la oficina y, por último, trabajar exclusivamente de manera presencial.