Cualquier uso de la IA para optimizar o automatizar el trabajo humano no es una característica inherente de la tecnología, sino una decisión tomada por una persona. Por ello, nos corresponde a todos comprender mejor la IA y cómo aprovecharla éticamente.
El profesor del IESE Sampsa Samila lo explica en esta entrevista, citando investigaciones en curso y casos de negocio.