La vida es una sucesi贸n de batallas, de mayor o menor dificultad, tanto exteriores (trabajo, amor, cultura y amistad) como interiores (cabeza, coraz贸n y manos). Las primeras configuran al personaje. Es decir, afectan al rol p煤blico, a la imagen que queremos dar, a nuestra gesti贸n econ贸mica y profesional, etc. Las segundas est谩n m谩s ligadas al autoliderazgo y, por tanto, al logro de una mejor o peor versi贸n como persona.
La biograf铆a de cada uno de nosotros es una secuencia de victorias y derrotas en esas batallas. No todas tienen la misma importancia, ni la misma repercusi贸n. Elegir cu谩les conviene ganar, y en qu茅 momento, es muestra de sabidur铆a y madurez.
Una de las paradojas de la vida es que ponemos m谩s empe帽o en ganar las batallas exteriores, cuando las verdaderamente importantes son las interiores. Un liderazgo institucional, o de equipos, sin una s贸lida base de autoliderazgo suele acabar mal.