La pandemia ha activado definitivamente el modelo del teletrabajo. En estos momentos se ha consolidado la idea que el teletrabajo es positivo con la medida y el equilibrio necesario. Se ha desvanecido esa idea inicial de que las oficinas terminar铆an de tener sentido. Pero se ha integrado que una parte del tiempo de trabajo en un entorno personal y propio tiene su valor.
El debate, entonces, est谩 en qui茅n asume los costes de trabajar fuera de casa. Qui茅n paga los gastos de luz, de conectividad, u otros derivados, si el resultado del trabajo se demuestra que puede ser tan o m谩s bueno que el que se realiza en la oficina. En este art铆culo se repasa la regulaci贸n actual y la que se prepara para afrontar esa realidad.