La incapacidad temporal supone un problema de gran relevancia, en primer lugar, para las personas en dicha situación por los problemas de salud asociados a ellas y, en segundo lugar, para las organizaciones por el impacto económico que generan. En España, en el año 2020, la prevalencia de la incapacidad temporal (IT) por contingencias comunes (exceptuando a los autónomos) fue de 38,29 de cada mil trabajadores. Se iniciaron un total de 1.420.548 procesos de IT en este tiempo.