El mundo de las compras tiene respuesta a la “desidia del progreso empresarial” actual a partir de la aplicación de los criterios de la normativa de gestión de compras de valor añadido, una norma española que preconiza no sólo hacer las cosas bien sino exige que le demuestren que las cosas que se hacen son las que deben hacerse y ello se consigue a partir de las evidencias de ese buen hacer. Y todo a partir de la optimización del personal influenciado por la función de compras.