Seguro que alguna vez te han preguntado: «¿Eres de ciencias o de letras?». Esta división nos persigue durante toda la vida, desde que decidimos qué estudiar hasta el trabajo que vamos a desempeñar. Esta dicotomía está tan presente que nos define como personas y nos limita en el entorno laboral. Pero ¿y si no fuera así? ¿Y si un filósofo puede ser igual o más útil para una empresa de inteligencia artificial que un informático?
Las empresas han aceptado esta división sin cuestionarla y en la actualidad son los de ciencias quienes ocupan los cargos más relevantes del ámbito tecnológico. Pero en este libro, Hartley nos muestra que, en realidad, son los formados en humanidades los que juegan un papel clave en el desarrollo de los negocios y las tecnologías más creativos y exitosos. Los de humanidades entienden y analizan los problemas y ofrecen los mejores enfoques para resolverlos, basados en el factor humano. También aportan habilidades fundamentales para las empresas como la gestión, el liderazgo o la comunicación.
Menos tech y más Pláton analiza algunas de las empresas más innovadoras de la actualidad y nos muestra cómo hacen realidad la colaboración entre las humanidades y la tecnología. En definitiva, nos enseña por qué es necesario humanizar la tecnología y dotarla del componente más importante, las personas.