2030: Las futuras habilidades directivas

miércoles 19 de octubre del 2022
En 2020 se planteaban las habilidades directivas necesarias para 2025. Al cabo de poco, algunas instituciones como la OCDE ya hablan de las habilidades para 2030. La realidad es que los cambios en el entorno dan para diagnosticar cómo y en qué deben concretar los directivos en los próximos años. He aquí un repaso de lo que se comenta desde distintos foros sobre las futuras habilidades directivas en 2030.


Las habilidades necesarias para 2030 según la OCDE pasan por potenciar las capacidades creativas, sociales y emocionales. Ello es porque las tecnologías han ocupado el espacio de las tareas rutinarias, con lo que las personas deberán potenciar esos puntos menos mecánicos. A su vez, para mantener la competitividad, las personas deberán ser más flexibles y con una necesidad de aprendizaje continuado para adaptarse a los nuevos elementos que aparezcan en los procesos. Finalmente, la OCDE habla que en 2030 será necesario tener un grado de responsabilidad elevado hacia el planeta.

A partir de este contexto, y de lo que se indica en distintos foros sobre las habilidades directivas para 2030, he aquí algunos de los aspectos que deberán activar las personas con responsabilidades en las organizaciones.

Consciencia

Efectivamente, estamos ante una crisis ambiental que implica actuar ante la emergencia climática. La Unión Europea ya dispone en su agenda política del Pacto Verde Europeo. Fuera de Europa, de forma sigilosa aún, también otros territorios activan esas acciones.

Ante esa realidad, que irá a más, los directivos deben actuar bajo la consciencia de que todo aquello que se activa implica un dispositivo para superar la crisis ambiental. Podríamos decir que esa presión de abajo a arriba puede hasta ser el detonante para que aquellas organizaciones que aún no disponen de un plan de acción lo activen.

Convergencia tecnológica

Ahora empieza ya a haber una conjunción de tecnologías que permite la aparición de nuevos productos y servicios antes impensables. Temas como la nanotecnología o la biotecnología están entrando en sectores antes inimaginables. Ello supone que la innovación abierta deberá estar en el orden del día, con la colaboración entre los grandes ‘players’, las pymes, las startups, las universidades, los centros tecnológicos y todo aquél que se preste para integrarse. Los que compiten entre sí, deberán también juntarse para mejorar la oferta. Los directivos deberán ser capaces de vincular ese ecosistema de forma efectiva.

Creatividad, originalidad e iniciativa

Es precisamente ese proceso de innovación abierta, y vinculado al contexto declarado por la OCDE, que obligará a que las direcciones sean más creativas y potencien las iniciativas de creatividad entre sus equipos. Eso, evidentemente, no es algo nuevo. Ya se aplica en estos momentos. Pero será necesario incorporarlo como una rutina habitual en las organizaciones

Agilidad

Será necesario que los directivos tengan una flexibilidad extrema para activar nuevos procesos y proyectos. El cambio exponencial en la tecnología implica también un cambio en el mercado. El cliente también ha modificado y exige excelencia, además de disponer de un amplio abanico de oferta para cambiar sin complejos su objetivo. Lo que hay hoy puede ser distinto a lo de ayer en medio minuto. Además, el emprendimiento crece, con lo que en cualquier momento nos pueden adelantar por la derecha.

Comunicación

La comunicación ha cambiado. Los equipos híbridos, online y offline, se han consolidado después de la pandemia. En estos momentos hay una multiplicidad de tareas. Por lo tanto, gestionar la comunicación y saberla moldear será muy importante para una fluidez entre los equipos de trabajo.

Resiliencia y tolerancia a la presión

Como consecuencia, casi, de todo lo indicado hasta ahora, con las modificaciones rápidas en todos los campos, las direcciones tendrán que ser muy resilientes y tolerantes a la presión. Pero, ello deberá combinarse con unas políticas públicas y privadas que guarden el bienestar en las empresas.

Esta fotografía de las habilidades directivas para 2030 es válida ahora. Pero, tenemos que ser conscientes que poco antes de que llegue el 2030 ya se habrán ampliado o modificado ante la rapidez de los cambios.