Co-crear como estrategia de crecimiento

jueves 7 de marzo del 2024
La cantidad de elementos con distintos conocimientos necesarios hacen que la co-creación de productos y servicios sea una práctica a implementar. Hay otros aspectos que potencian la co-creación. Debe estar en la estrategia de la empresa.


Sin co-creación de productos y servicios se pueden perder oportunidades de desarrollo de la empresa. La ultra especialización de las tecnologías, así como el cambio constante de ellas, hace necesario disponer de distintos nodos de modificación y mejora. Las direcciones deben entender y adoptar la co-creación como una estrategia.

En este enfoque colaborativo entran a formar parte el interno de la empresa, los proveedores, otras empresas y organizaciones, y los clientes. Esa palabra que emergió a inicios del presente siglo, la de ‘prosumidor’ –el consumidor que ayuda a producir- ahora toma más fuerza que nunca. Sin hacer nada, con una simple opinión, el consumidor puede dar pistas de lo que se necesita para mejorar.

De ahí surge uno de los primeros puntos por los que es importante la co-creación. Con el ejemplo de ‘prosumidor’ comentado, la co-creación permite a las empresas entender directamente las necesidades de los clientes. El siguiente paso es integrarlos en el proceso de diseño y de desarrollo de la mejora para focalizar mejor el resultado final.

La reducción de riesgos es otro aspecto importante de la co-creación. Como indicábamos, actualmente el volumen y el extenso portfolio de tecnologías disponibles para un producto o servicio hace necesarias distintas fuentes de conocimiento. Cada una tiene su capacidad controlada. La suma de ellas reduce el riesgo de no llegar a un correcto desarrollo.

También cabe decir que, al compartir la responsabilidad del desarrollo con múltiples partes interesadas, las empresas pueden mitigar los riesgos asociados con la introducción de nuevos productos y servicios al mercado.

En este proceso compartido aparece un tercer elemento importante de la co-creación: la flexibilidad y adaptabilidad al entorno. El trabajar en red y disponer de distintos ejes de conocimiento, es posible responder rápidamente a las demandas y ajustar las soluciones a ellas.

Otro aspecto radica en la innovación continua. El abrir el proceso de creación a una variedad de actores, se fomenta dicha innovación. Las ideas frescas y diversas surgen de este intercambio de conocimientos y experiencias, lo que resulta en soluciones más creativas y disruptivas.

Hemos comentado que, además de los clientes, los nodos de la co-creación deben integrar a los empleados. Además de ser una potente fuente de conocimientos internos transversales, su implicación refuerza su compromiso con los objetivos de la organización.

Otro nodo son los proveedores. Entienden perfectamente los materiales y los procesos productivos. Pueden ser de gran validez para mejorar la calidad final de la solución.

Finalmente están los stakeholders estratégicos y otros externos. Aquí es donde es importante elaborar un ecosistema de interrelaciones de forma constante y actualizada. En cualquier momento de un nuevo proyecto debe ser factible detectar quien de ese ecosistema puede integrarse en el proceso.

La co-creación de productos y servicios es una de las palancas estratégicas de las empresas actuales. En un mercado cambiante, con tecnologías nuevas de forma exponencial, y con clientes exigentes, co-crear permite aumentar la llegada exitosa a ese mercado.