Diversificar las decisiones

jueves 14 de diciembre del 2023
Mil cabezas del mismo sector son menos efectivas que 10 cabezas de sectores radicalmente distintos. Las primeras pueden ser mejores, pero puede haber dudas de los resultados de sus decisiones. La diversificación es importante para la toma de decisiones en las empresas.


Recientemente, una federación deportiva de un estado de fuera de Europa juntó a un grupo de personas para repensar el futuro del equipo nacional después de años de malos resultados. Esas personas eran del mundo tecnológico, de la gestión, de la consultoría, del marketing, artistas…, y solamente una practicante de ese deporte. “¿Qué sabrá X de cómo entrenar a un equipo si nunca ha entrenado a nada y, además, no le gusta el deporte?”, fueron algunas de las críticas públicas y publicadas a esa decisión. El equipo, ahora, vuelve a estar entre los Top 6.

Ese ejemplo da cuenta de lo positivo que es el disponer de visiones distintas, dispares, diversas y radicalmente opuestas al ámbito tratado al tomar decisiones. Ese aspecto va más allá del concepto de pensamiento lateral, que hace tiempo que circula en las teorías de gestión. El pensamiento lateral es necesario tenerlo en cuenta a nivel individual. Pero, cuando estamos en grupo, el pensamiento lateral ya sale de por sí solamente por ser diversos los componentes de ese colectivo.

Por lo tanto, la inclusión de personas con diferentes antecedentes, experiencias y perspectivas aporta beneficios significativos a la toma de decisiones. La diversidad se debe aproximar sobre todo en las diferentes habilidades y espacios de conocimiento. La diversidad de género y cultural, actualmente, ya se debe presuponer -no se deben poner en duda nunca esos dos últimos valores.

Al tener distintas habilidades y espacios de conocimiento se puede abordar una solución desde distintos puntos de vista. Ello enriquece la toma de decisiones al incorporar diversas voces y enfoques. Además, potencia la creatividad y la innovación.

Sobre esto último, es interesante tener en cuenta el que con un grupo diversificado se reducen los ‘gaps’ de conocimiento. Es el ejemplo que decíamos antes. Si un grupo de deportistas o de personas de un deporte son los únicos que, en grupo, pueden decidir sobre su futuro, se perderán enfoques.

De hecho, los equipos homogéneos son los que generan ‘gaps’ de conocimiento. Todos comparten perspectivas similares. Hasta comparten metodologías y formas de comportamiento similares. Ello puede generar prejuicios con enfoques que dejan de ser, al final, equitativos.

Otras características que aportan grupos diversificados para la toma de decisiones son la tangibilidad de los resultados, la adaptabilidad y la gestión del talento. Un equipo diverso critica y cuestiona mucho más los puntos a tener en cuenta antes de tomar una decisión. Ello conlleva argumentarios más potentes para conseguir resultados tangibles.

En cuento a la adaptabilidad, en un entorno cambiante como el actual es plenamente necesario ese aspecto. Un grupo diversificado debe adaptarse constantemente a los distintos puntos de vista. Por lo tanto, sabe moverse perfectamente en entornos con arenas movedizas recurrentes.

Finalmente, la gestión del talento se ve reforzada al disponer de grupos diversificados que participan en la toma de decisiones. El saberse aceptado en grupos heterogéneos es un valor tanto para atraer al talento como para retenerlo. Cualquier camino hacia la homogeneidad siempre restará más que sumará.