El foco actual en la innovación

miércoles 25 de noviembre del 2020
Sigue vivo en las organizaciones el desarrollo de mejoras de productos y procesos, o de nuevas ofertas y líneas de negocio. La innovación está instalada definitivamente en el adn de las entidades. El foco ahora debe estar en orientar esa innovación hacia nuevos ámbitos estratégicos.


Se escuchan algunas voces que rechazan hablar de innovación porque parece que ha dejado de estar de moda. Hay quien cree que está desfasado hablar de innovación abierta. También ocurre algo similar con el término ‘transformación digital’. Lo cierto es que la innovación sigue viva, y la transformación digital es más necesaria que nunca.

Sobre la innovación, otra cosa es que esté ya integrada en el quehacer de las empresas y se haya diluido en los discursos de competitividad. Pero, repetimos, sigue y debe seguir más viva que nunca para la supervivencia de las empresas.

De hecho, lo que sí que es cierto es que, en aras de ser más competitivas, de abarcar nuevos mercados y aumentar las ventas, las empresas pueden enfocar la innovación hacia nuevos ámbitos.

Volvemos aquí a hablar de capacidades para aplicarlas a nuevos mercados. Por ejemplo, que una empresa vinculada a las infraestructuras abra mercado en productos de movilidad sostenible para el consumidor final. En el fondo, el cambio está en incorporar el negocio alrededor de las infraestructuras en el portfolio de la empresa.

Otra forma de innovar hacia nuevos ámbitos está en aprovechar recursos externos supuestamente alejados de los habituales para ser aplicados a nuestra oferta. ¿Alguien pensaba que la impresión 3D sería un recurso para imprimir piezas de recambio adhoc? ¿Alguien pensaba que la inteligencia artificial podría servir para reducir las visitas en urgencias al detectar patrones entre pacientes específicos y tratarlos directamente online?

Para conseguir esas nuevas visiones primero hace falta creer en la aproximación a nuevos mercados. De hecho, ese movimiento suele vincularse a la incorporación de servicios alrededor del producto.

Precisamente el concepto de ‘servitización’ es el que acompaña a ese modelo de innovación hacia nuevos ámbitos: vender servicios a quien consume nuestro producto para que pueda mejorar su experiencia, o generar nuevos clientes con servicios relacionados con nuestros productos.

Con esa visión, es fácil entender que hay muchos mercados no explorados a los que se puede llegar. Hablábamos de infraestructuras, pero se puede aplicar también a entornos pyme.

Una empresa que vende mobiliario, por ejemplo, puede terminar en diseñar espacios para nichos específicos como el público infantil. Pero es que de aquí puede pasar a convertirse en una empresa de servicios para mejorar el entorno educativo en casa ante situaciones de pandemia como la actual que, posteriormente, puede elevarse a los propios adultos ante un tema como el teletrabajo, que ha venido para quedarse.

Vemos, pues, como en un párrafo hemos convertido a una empresa de venta de mobiliario a una empresa experta en integración de la educación y el trabajo en casa. Diversificación de mercado, con el concepto de innovación aplicado a nuevos ámbitos.