Seguro que las vacaciones han permitido ver otros ambientes. Muy posiblemente algunos de esos ambientes han parecido próximos aunque fuesen en espacios distantes a los del que los ha visto. La globalidad actual tiene cierta uniformidad. A su vez, la alta interconexión hace cercano lo lejano. Además, permite que distintas formas de actuar se asimilen y convivan en entornos físicos.
Ese mundo Volátil-Ubicuo-Complejo-Ambiguo (VUCA) del que se ha hablado en el último lustro ha pasado a consolidarse. Es una oportunidad para crecer. El liderazgo empresarial y de equipos tiene muchas opciones para potenciar dichas oportunidades.
Ello supone que los equipos sean, de origen, diversos. Un equipo diverso puede manejarse actualmente de forma integrada, porque, como hemos dicho, la diversidad forma ya parte de la normalidad en el día a día. Ello se refuerza con la capacidad de las nuevas generaciones de saber moverse en esta diversidad.
De todos modos, cierto es que la diversidad puede generar tensiones iniciales. Aquí es donde el liderazgo debe potenciar una zona de confort para todos los miembros del equipo. Un equipo diverso con una zona de confort potente será más efectivo que un equipo homogéneo.
¿Cuáles son los aspectos más necesarios en esa zona de confort? Primero, crear un marco inicial de actuación para el equipo como entornos de trabajos comunes y espacios propios. Aquí es importante dar siempre la oportunidad de opinar a todo el equipo, en todos los procesos, y que los inputs captados sean efectivos.
El segundo punto para crear una zona de confort es ratificar que cualquier diferencia de parecer es una fuente positiva para el equipo. Que las divergencias son necesarias para, eso sí, acabar convergiendo de forma uniforme en la actuación.
Finalmente, la transparencia es el tercer aspecto para facilitar y evitar las tensiones en un equipo diverso.
A partir de aquí, hay algunos estudios que confirman cuatro ámbitos en el trabajo que se benefician de un equipo diverso. Esto es, en el lanzamiento de un nuevo producto, en la solución a un producto o proceso existente, en la planificación futura y, como cuarto ámbito, en las respuestas ante una crisis.
¿La razón de esos ámbitos? Un equipo diverso es mucho más enriquecedor para plantear distintas soluciones, corregir errores y aportar variables diversas. El liderazgo de esos equipos debe ayudar a crearlos y a potenciarlos.