Reducci贸n de la movilidad. Reducci贸n de la distribuci贸n. Limitaci贸n en el consumo. Limitaci贸n de la producci贸n. Diversificaci贸n de la producci贸n. Escasez de recursos. Este es el escenario actual. En condiciones normales, todo ello pod铆an ser consecuencias concatenadas de una destrucci贸n lenta pero segura de nuestro planeta. Por lo tanto, la econom铆a circular era el modelo perfecto para concienciar de la necesidad de empezar a prevenir ese desastre. Ahora se ha visto m谩s que nunca que debemos ser m谩s circulares, en cualquier condici贸n.
El concepto de econom铆a circular se expresa mucho y muchas veces desde distintos foros. Las grandes corporaciones lo han incorporado como elemento vinculado al desarrollo sostenible. La presi贸n social y de algunos foros internacionales han terminado por afianzar la circularidad. Aun as铆, siempre ha tenido un posicionamiento colateral, de medio plazo, sin entrar de lleno en el coraz贸n estrat茅gico. Ahora la situaci贸n ha cambiado. Sin recursos, las empresas han debido ser circulares.
Lo cierto es que hay aspectos que han reforzado esa teor铆a de m谩s circularidad. La reducci贸n de la actividad humana con el confinamiento mundial por el Covid-19 ha impactado positivamente en el medio ambiente. Se ha reducido la contaminaci贸n. Los ecosistemas naturales y marinos han recuperado en algunos momentos situaciones de hace 100 o 200 a帽os.
Ello ha demostrado que, cuando la actividad humana se recupere, posiblemente volveremos a los datos habituales. Habr谩 m谩s concienciaci贸n durante un tiempo, pero se deber谩 insistir otra vez con los mensajes habituales. Por lo tanto, el concepto de reaprovechar desechos para integrarlos en el proceso de producci贸n otra vez ser谩 plenamente aplicable.
Otro aspecto que ha reforzado la circularidad ha sido la capacidad de reacci贸n local para paliar los efectos del virus. El reaprovechar capacidades y recursos de forma coordinada con un objetivo 煤nico, protegernos y salvarnos, ha sido y es un experimento impagable. Es econom铆a circular en estado puro aplicado a procesos y productos.
El problema detectado es si todo el mundo tiene esa capacidad de colaboraci贸n. A nivel local, con recursos para actuar colaborativamente, es factible. Si no hay esos recursos, el impedimento de la comunicaci贸n global ha demostrado que no todos pueden acceder a ese modelo. Por lo tanto, cabe tener en cuenta que cuando se recupere la movilidad global, aplicar modelos colaborativos en formato circular debe ser accesible a todos, porque con esa movilidad es posible.
Finalmente, se ha podido ver que el sistema econ贸mico, aunque sea fr谩gil al caer en menos de dos semanas, puede ser resiliente y plenamente competitivo. Lo dicho anteriormente lo confirma. La circularidad es una oportunidad. Lo ha sido cuando las cosas han obligado a ello por falta de recursos. Lo debe ser cuando esos recursos sean accesibles local y globalmente.