Durante un año y medio el networking se ha visto limitado. La generación de redes se ha mantenido desde la distancia, virtualmente y con poca producción. Ese networking es una de las claves del desarrollo de la carrera profesional y del negocio. Centrémonos aquí en los negocios. En la generación de un ecosistema.
Disponer de un ecosistema enriquecido forma parte del modelo de crecimiento e innovación de una organización. En un entorno en el que se desarrollan proyectos de forma distribuida, tener una red de talento para incorporarlo es importante. Lo mismo con potenciales proveedores. Pero también colaboradores y clientes. El ecosistema da lugar a poder acceder de forma rápida a esas conexiones.
Ese ecosistema se puede construir de forma automatizada. Aun así, el valor del mismo es cuando se genera mediante contactos personales, en redes virtuales o en eventos puntuales. El networking virtual ocurre, y las herramientas tecnológicas actuales lo permiten. El networking físico siempre ha existido, y tiene una efectividad enorme en cuanto a la personalización que integra.
A partir de aquí, hay una serie de elementos importantes en el networking para que el ecosistema pueda disponer de los mejores nodos en los ámbitos del talento, proveedores, clientes o colaboradores que comentábamos antes.
En primer lugar, puede facilitar las conexiones con personas influyentes del sector. Al integrarse en dinámicas y eventos con personas similares pero influyentes, si esas entran en el ecosistema de la empresa entonces se puede multiplicar el acceso a otros y otras referentes, así como disponer de un valor incalculable para inspirarse y colaborar.
En segundo lugar, el networking es un perfecto escenario para las ventas. Efectivamente, al estar en eventos segmentados, allí se ubican potenciales clientes de forma paquetizada. Con un solo mensaje se puede diseminar de forma exponencial la empresa. Por lo tanto, debe haber también la cara de la venta durante el relacional del networking
En tercer lugar, el networking también debe servir para disponer de información sobre las tendencias que se mueven en este momento. En los eventos en los que se plantean dichas tendencias, el valor de hacer networking es que se debaten y se permiten intercambios de conocimiento válido para todos.
Dicho esto, hay una serie de estudios en los que se incide en dónde puede fracasar el networking, o el no networking. Los ejecutivos creen que perderían casi un tercio del negocio si dejasen de hacer networking. Pero, ahora mismo, a su vez, casi la mitad de los profesionales están dispuestos a viajar para hacer reuniones en persona. O, uno de cada cuatro profesionales no hace ningún tipo de networking. Pero, lo más significativo es que, de acuerdo con esos distintos estudios, todos coinciden en que los profesionales reconocen que con el networking podrían mejorar su carrera y la de su negocio, pero lo hacen menos de lo que querrían.
Como en todo, pues, los deseos y objetivos deben trabajarse para que se hagan realidad.