El marketing tiene múltiples ámbitos. Desde el estudio de mercado hasta la comunicación para generar compras hay distintos aspectos que se conocen, o se nombran, como marketing. Aquí nos queremos centrar en dos ámbitos: el de posicionamiento y el de las campañas específicas de ventas.
El marketing de posicionamiento es el que ejecuta distintos formatos en varios canales para dar a conocer lo que hace la empresa y cómo lo hace. Es más que el ‘branding’. Es explicar la marca y lo que hay detrás de ella.
En último término debe ayudar a vender más, pero no es una campaña de ventas. Esto es importante tenerlo en cuenta. Muchas veces se infravalora la capacidad del marketing de posicionamiento como herramienta para ayudar a mejorar los resultados. Pero es esa forma regular de informar sobre la marca lo que permite reforzar esas ventas.
De este modo, la periodicidad del marketing de posicionamiento es clave. Bajo un mensaje uniformado y claro, este se debe repetir de forma constante en distintos canales para hacer recordar qué es y que hace la empresa. Todos ellos, si es posible, acompañados de una acción que debe hacer el usuario para acercarse a nosotros -a nuestra web, nuestra tienda, nuestra oficina, etcétera.
Con esa periodicidad se conseguirá que el usuario sepa de forma casi repetitiva sobre la compañía. Que pueda ver regularmente el posicionamiento de la empresa, los avances y mejoras, pero con el posicionamiento en el fondo.
Al final, gracias a ello, será mucho más fácil convencerle para que compre. Salir de la nada, evidentemente, es mucho más complejo que salir a partir de un contexto y entorno previo.
Ese marketing de posicionamiento se diferencia de una campaña de marketing para la venta en esa regularidad y periodicidad en el tiempo. La campaña va destinada muy claramente a vender un producto o, también, en conseguir iniciar reuniones de venta cuando lo que se promocionan son servicios o consultoría.
Una campaña e ventas tiene muy claro el objeto a promover. Previamente se deber ‘calentar el ambiente’ mediante anuncios en redes sociales para que se sepa de nuestra existencia. A partir de aquí, debe empezar una campaña de email marketing, con los datos disponibles y bajo el cumplimiento de la LOPD.
En esta campaña se debe incorporar una llamada a la acción que suponga rellenar un formulario para que visitemos al cliente o, si el producto o servicio lo permite requerir, un enlace para poder contratarlo directamente en línea.
Es evidente que el marketing de posicionamiento puede ayudar a reforzar una campaña de marketing de ventas. Es decir, lo segundo no necesita de lo primero, pero es un buen complemento.
Lo que sí que es importante es invertir en posicionamiento. De forma constante nuestros clientes reales y potenciales deben saber que existimos, y qué es lo que hacemos.