Promover con nuevos formatos

viernes 19 de enero del 2024
La última tendencia en distribución de contenido son los video-bloggers (vloggers): personas que cuentan su día a día mediante videos en blogs. Es como darle sentido de realidad a la labor de los influencers. Y es un formato que puede aprovecharse para promover y vender.


Colaborar con video-bloggers (vloggers) e influencers es una herramienta que está ya en la cartera de las empresas para promover y vender.

De hecho, parece que se imponen los contenidos generados por vloggers ante los de los influencers. Es como una incorporación del concepto de KM0 en el entorno de los contenidos online: los vloggers ofrecen explicaciones de cosas reales, y lo hacen de la forma más próxima a la realidad posible, sin impostar.

Y, en el momento en el que empiezan a dominar las audiencias, es cuando las empresas se percatan de la necesidad de considerar esos nuevos formatos para sus estrategias de promoción y venta. Si se hace bien, se puede llegar a audiencias masivas y establecer relaciones de proximidad y fidelidad muy fuertes con los clientes finales.

Esa es la principal fortaleza de los vloggers, y también los influencers: pueden llegar a un público muy amplio. En algunos casos heterogéneo, y en otros homogéneo y segmentado.

En este caso, los propios vloggers e influencers han podido focalizar su mensaje en intereses específicos de su audiencia. Eso les hace perfectamente capaces de adaptar el mensaje de la empresa y, de hecho, hasta ayudar en la creación del propio contenido.

Otro aspecto valioso es el de la confianza y credibilidad que ofrecen ante el consumidor. En el caso de audiencias segmentadas, al tener los mismos intereses, el mensaje que envían se incorpora con mucha facilidad en el imaginario del consumidor: “le veo porque hace las mismas cosas que yo; si a él/ella le gusta ese producto/servicio, seguro que a mí también me gustará”.

Además, el mensaje incluye pruebas y tutoriales de las posibilidades que permite la oferta. Todo ello se relata muchas veces mediante una historia. De esta forma, se integra la posibilidad de disponer de un sentido emocional al mensaje. Ello facilita mucho la posibilidad de integrar un relato de marca específico para cada audiencia. La empresa puede decidir optar a distintos vloggers -o influencers- para públicos específicos.

Finalmente, hay un apartado muy a tener en cuenta a nivel positivo: la medición de los resultados. Con un solo mensaje se puede saber perfectamente a quien ha llegado y el uso que se ha hecho de él de forma específica durante todo el mensaje. Las plataformas de medición conocidas para captación de datos en redes sociales dan muchas oportunidades para conocer y reorientar el contenido.

El papel de los vloggers y los influencers evolucionará. En un momento en el que la IA generativa y la automatización se imponen, la visualización de mensajes con personas reales cobra mucha importancia. Es por ello por lo que otro de los retos que las empresas deberán tener en cuenta es el de la autenticidad de quien emite el mensaje. Si esa se pierde, el modelo puede derrumbarse en nanosegundos: el consumidor es muy rápido en juzgar y cambiar de cartera.