¿Qué es de los millennials?

miércoles 29 de junio del 2022
Los nacidos en la década de los 90, los millennials, están ya en posiciones de subida en la carrera profesional. Han entrado a un mundo laboral que, parece, se ha adaptado a ellos. Todas esas novedades en el trabajo que se han acentuado con la pandemia es algo que los millennials tienen en su ADN. ¿Cómo afrontan ahora las empresas esa generación?


Los millennials son de por sí emprendedores. En el mundo empresarial se les ha visto con recelo. Sobre todo cuando empezaron a entrar en él hace unos diez años. Se decía que no eran leales a las empresas y que cambiaban rápidamente por ser incapaces de aceptar disciplinas y jerarquías.

Lo cierto es que ahora mismo abundan las organizaciones planas y con equipos distribuidos que trabajan con objetivos. En muchos casos hay responsables de proyectos que, orgánicamente, ocupan cargos por debajo de algunos que están en sus equipos de dichos proyectos. Por lo tanto, esas reclamaciones de los millennials son ya parte de la realidad.

Las empresas buscan premiar por algo más que por bonos económicos. Los millennials prefieren ser los mejores que ser los más ricos. Hay, pues, una primera buena coincidencia. Para hacer crecer a las empresas, los resultados dependen de las ventas pero estas dependen de un entorno positivo en la organización. Esto es una de las preferencias de los millennials.

La flexibilidad es uno de los aspectos que se vinculan con esas nuevas organizaciones. Desde hace años que los millennials quieren flexibilidad, trabajar para conseguir unos retos, con más o menos horas necesarias, y en cualquier lugar. La ubicuidad es importante para ellos. Esto es algo que ahora las empresas aplican con mucha más normalidad.

Otro tema que casa perfectamente con su mentalidad es la apuesta hacia la sostenibilidad. Han tenido que pasar muchos años y muchas realidades palpables para que se activen desde las empresas, por mandato normativo -clarísimo en el caso de la Unión Europea y su Pacto Verde-, algo que los millennials tienen integrado.

Esos consumidores jóvenes que querían saber toda la trazabilidad de los productos para comprobar que eran respetuosos con el medio ambiente y con la sociedad, son ahora empleados, jóvenes directivos en algunos casos, y emprendedores en muchos. Por lo tanto, si una organización cumple poco con esos estándares sostenibles, es difícil que el talento millennial se quede en ella.

El otro driver de la economía, la digitalización, es un aspecto nativo en los millennials. Son digitales y, por lo tanto, quieren estar en las fases de transformación de las empresas.

Toda aquella organización que desconfíe de las capacidades tecnológicas de los millennials, por no entenderlas o por creer que son demasiado utópicas, tiene mucho que perder. Porque son capaces de captar, activar y aplicar las tecnologías emergentes y disruptivas. Este es un precio impagable.

Ese entorno empresarial que parecía complicado que pudiese adaptarse a la generación de los millennials, finalmente ha acabado adaptado a ese talento. Ahora será el momento de adaptarse a las generaciones nacidas en 2010, con otros cambios que serán también necesarios.