En el último Desayuno de Trabajo CEDE con José Creuheras, presidente de Grupo Planeta y de Atresmedia, el invitado indicó que una de las claves del liderazgo es la credibilidad a partir de la transparencia. Si el líder es transparente, su credibilidad crece. Ante esa credibilidad, cualquier equipo será capaz de activar todo lo que sea necesario para cumplir con los objetivos marcados.
En un entorno de complejidad, la transparencia refuerza las capacidades para mitigar los puntos críticos. Lo primero que se consigue es reconocer la realidad de la situación: existe un problema o unos problemas, y se debe afrontar de cara. Lo segundo es que permite verbalizar a todo el equipo lo que hay detrás de lo que ocurre, y cómo se debe afrontar.
En el cómo se debe afrontar es donde reside el elemento que permite potenciar la credibilidad. El equipo se siente arropado por el líder, porque se le ha explicado la razón del momento complejo, y se ha expuesto los efectos que tendrán y cómo se trabajará para paliarlos. La transparencia, pues, genera relaciones más fuertes que activan la interconexión.
Ello genera equipos que tengan la suficiente autonomía para poder tomar decisiones propias. Al disponer de toda la información, y de saber que hay confianza mutua, la delegación de tareas puede ser más efectiva. Ello, además, puede aplicarse más allá de los momentos complejos. Es decir, transparencia siempre activa la interconexión y facilita la autonomía de los equipos.
En este contexto, con un equipo satisfecho y con capacidad propia, la resolución de los problemas existentes es mucho más fluida. Además, el rendimiento es mayor. Un ámbito abierto implica equipos más productivos, más creativos y decisivos.
Aquí es muy importante la implicación del departamento de operaciones para poder conocer los recursos disponibles y necesarios. El error más peligroso es aportar responsabilidad a los equipos, credibilidad dada a quien lidera, y que lo que se quiere conseguir sea difícil porque hay pocos recursos disponibles. El mapa de talento de la organización puede ayudar a reubicar a las personas con capacidades adecuadas para los proyectos.
Volviendo a la transparencia en líderes abiertos con sus equipos, lo que cabe, pues, es que compartan información, que sean coherentes y que activen los compromisos con el equipo. Que se potencie la interactividad con espacios y procesos adecuados. También es necesario aceptar los errores. Un líder que se ha abierto puede cometer errores, y debe asumirlos sin culpar al resto del equipo, porque este último, como hemos dicho, dispone de la información y de las tareas definidas a desarrollar.
Un apunte final: la transparencia generará tensiones, porque habrá, en la empresa, quien lo verá como una amenaza para su posición. El líder transparente deberá ser resiliente ante esos puntos de fricción externos.
