Multitareas frente a visión y estrategia. Este es el resumen más simple entre una persona que es CEO de una startup y las del resto de organizaciones. De ello se puede aprender mucho.
El punto de partida está en el tipo de organización al que se sitúan ambos cargos. Una startup es una empresa pequeña, con menos empleados. Intrínsicamente el riesgo está siempre allí. Las decisiones se toman con menos información y mayor incertidumbre que en empresas más grandes.
A nivel de enfoque, las startups tienden a centrarse en el crecimiento rápido y la disrupción del mercado, mientras que las pymes y las corporaciones tienden a centrarse en mantener y hacer crecer sus mercados existentes. Con menos recursos. Pero, son más ágiles y rápidas.
Por lo tanto, en general, los CEO de las startups tienden a tener un enfoque más práctico, a llevar varios sombreros y a tener una mentalidad más flexible que los CEO de las grandes empresas.
De aquí se puede aprender. La agilidad que se comentaba puede facilitar el que las pymes y corporaciones busquen herramientas para responder mejor a los cambios del mercado. Una herramienta es incorporar a una startup en el proceso donde se haya detectado la necesidad del cambio.
El enfoque centrado a cliente, y relacionado con esa agilidad, es otro ámbito a considerar. El CEO de una startup es un cliente constante. En una pyme o gran empresa el CEO debe convertirse en cliente en algún momento. Ello implicará participar en el diseño de estrategias y productos pensando en el usuario final.
A nivel de innovación, los CEO de las no startups pueden aprender de los otros a pensar de forma más creativa y asumir riesgos más calculados para seguir siendo competitivos en sus sectores. Aquí es un buen momento para entrar en el mundo de la metodología Lean.
Las empresas de nueva creación tienen que aprovechar al máximo sus limitados recursos y a menudo utilizan principios «lean» para funcionar de forma más eficiente. Los directores generales de pymes o corporaciones pueden aprender a ser más eficientes y reducir costes aplicando los principios lean a sus operaciones.
Finalmente, hay una parte importante a tener en cuenta que es el cambio constante. Si las direcciones generales de las pymes y grandes empresas aceptan rápido el cambio, estarán mucho mejor preparadas para moverse en los mercados actuales. Ser más adaptables y abiertos a nuevas ideas es casi una obligación.
