La sostenibilidad en la transformación digital

miércoles 11 de marzo del 2020
La sostenibilidad debe estar ya en el adn de cualquier agenda. El desarrollo de la transformación digital implica un marco de acción sostenible en todos los ámbitos. La alineación entre el sector privado y el público es una línea a seguir con las personas y nuestro entorno en el centro.


Posicionarse en la transformación digital a nivel macro y micro. La Unión Europea tiene muy claro que la sostenibilidad es el primer pilar sobre el que se sustenta el desarrollo económico. De los ODS y la Agenda 2030 a la COP25.

Así, esta visión lo ratifican las prioridades 2019-2024 de la nueva Comisión Europea presidida por Ursula von der Leyen. La primera, es el Pacto Verde Europeo para ser el primer continente climáticamente neutro. La segunda, es la de una economía que funciona en pro de las personas. La tercera, es la de ser una Europa Digital, con un fuerte énfasis en capacitar a las personas con una nueva generación de tecnologías.

En el desayuno CEDE celebrado el pasado 18 de febrero, el vicepresidente de la Comisión Europea para la promoción del modo de vida europeo, Margaritis Schinas, concretó aún más esas prioridades.

En cuanto a la Europa Verde, incidió en que se requiere inversión tecnológica y en capital humano, una política industrial, financiación e investigación. En el ámbito de la Europa Digital, se prioriza la protección de los datos de las personas y, a su vez, una auténtica revolución de formar en capacidades para cubrir el ‘gap’ de que casi la mitad de los europeos no cuentan con habilidades digitales requeridas.

Esta doble acción de protección e impulso de capacidades es un desafío para posicionarse ante los Estados Unidos y China en la transformación digital. Y la máxima en la Unión Europea de llegar a ser un continente plenamente verde da cuenta de ese elemento diferenciador y comprometido. Este marco macro aplica también a un nivel más micro. Aquí es donde el concepto de gestión sostenible cobra un enorme sentido.

Aquí entra en juego el concepto de circularidad. La gestión sostenible lleva al desarrollo de estrategias con un modelo de economía circular: reutilizar todos los ‘deshechos’ en cualquier proceso para conseguir resultados de cero residuos.

Lo más importante de esa estrategia, y de cualquier modelo que prime la sostenibilidad, es acoplar la tecnología siempre y adecuadamente. Porque la tecnología es, como la sostenibilidad, parte del adn de cualquier nueva estrategia en toda la cadena de valor. A gran o pequeña escala todo modelo incorpora gestión de datos y está vinculado a algo relacionado con el Internet de las Cosas (IoT). Posiblemente, y a lo mejor de forma indirecta, también se interconecta con procesos de Inteligencia Artificial (IA). Y, en el momento en que la red 5G esté en pleno funcionamiento, el aumento de velocidad de transmisión de datos incorporará soluciones inimaginables hasta ahora.

El crecimiento exponencial que ello aportará, y que ya aporta en muchos ámbitos, debe implicar siempre esa visión de sostenibilidad para el beneficio final de las personas que formamos parte de este ecosistema planetario.